CUIDADOS PALIATIVOS
Nuestra sociedad envejece, con un aumento de los procesos crónicos y oncológicos que, con frecuencia, precisarán cuidados domiciliarios.
La atención a los enfermos con cáncer avanzado o situación terminal merecen un abordaje específico y diferenciado del quehacer diario.
La atención en el domicilio, en un contexto familiar, exige de los profesionales sanitarios no solo proporcionar elementos materiales, sino tener en cuenta la cobertura emocional. Para poder ayudar a la familia es necesario conocer el grado de implicación, capacidad y disponibilidad.
La asistencia en domicilio, es la atención del paciente en su propio hogar, por un equipo de profesionales que se deberán trasladar hasta el mismo con una frecuencia acordada según necesidad, estado adaptativo y progresión de la enfermedad.
Es la modalidad que mejor permite alcanzar los objetivos de los CUIDADOS PALIATIVOS al desarrollarse en un medio importante de contención como es el ámbito familiar.
El objetivo de la medicina del siglo XXI no se ha de limitar a prevenir, curar enfermedades y evitar la muerte; si pese a nuestros esfuerzos la muerte llega,
debemos paliar el sufrimiento y conseguir, en la medida de lo posible, que los pacientes finalicen sus días con la mayor calidad de vida posible.
En este contexto, la medicina paliativa se convierte en un paradigma médico de la misma categoría que la erradicación de enfermedades.
Los cuidados paliativos suponen la asistencia total, activa y continuada de los pacientes y sus familias por un equipo sanitario multidisciplinar cuando la expectativa médica no es la curación. La meta fundamental es dar calidad de vida al paciente y su familia sin intentar alargar la supervivencia. Deben cubrir las necesidades físicas, psicológicas, espirituales y sociales del paciente y sus familiares. Si es necesario el apoyo debe darse también en el proceso de duelo.
Sus principios generales son los siguientes:
1.- Garantizar la atención y el acompañamiento al paciente y a su familia.
2.- Dispensar atención integral (física, emocional, social y espiritual).
3.- Lograr un buen control de síntomas.
4.- Establecer una comunicación eficaz.
La importancia que han cobrado los cuidados a domicilio nos la dan los propios pacientes al ser preguntados, ya que éstos responden que desean ser atendidos y morir en sus hogares. Sin embargo, debemos tener presente que, para que un paciente pueda ser atendido en domicilio debe tener una familia con capacidad cuidadora, así ellos continuarán en su territorio y seremos nosotros, los sanitarios, los que entraremos en su espacio, buscando para ello el apoyo familiar.
Toda enfermedad grave, progresiva, degenerativa y sin posibilidades de curación genera en la familia y el entorno cuidador un gran impacto emocional, donde la confusión, el miedo, el rechazo, el silencio, e incluso la rabia provoca en no pocas ocasiones inseguridades que hacen prever un conflicto tanto en la potencial toma de decisiones como en el desarrollo de un rol cuidador coherente.
El equipo cuidador en el domicilio, aun siendo indispensable para la persona enferma, debe dirigir gran parte de sus esfuerzos hacia la familia, reforzando constantemente el desarrollo de las funciones, acompañándolos, haciendo posible, que recuperen la confianza en si mismos y en sus capacidades para cuidar.
Para conseguir que el trinomio, equipo cuidador- persona enferma- familia avance en un contexto de confianza es necesario:
+Que el equipo sea receptivo y solidario, entendiendo que el objetivo de su misión es la persona enferma y que esta es el pilar fundamental e invisible de su entorno, en el que se encuentra la familia.
+Conseguir que la familia entienda el proceso por el que está pasando, para poder ejercer su función de cuidadora eficazmente.
+Construir una comunicación sólida entre cada una de las partes.
Por último se debe tener en cuenta que hay factores que influyen en los cuidados en el domicilio:
+Experiencias anteriores frente a la agonía y la muerte.
+Edad de la persona enferma, rol, papel en el entorno familiar.
+Fase del ciclo de la vida en el que se encuentra la familia.
+Factores ambientales, valores y creencias.
Por todo ello podemos concluir:
Los CUIDADOS PALIATIVOS son la respuesta sanitaria organizada para atender a las necesidades de las personas – pacientes, familiares y profesionales que se enfrentan a una etapa difícil de la vida.
