Cambios bruscos de temperatura: Agudizan problemas respiratorios

  • Home
  • Cardiology
  • Cambios bruscos de temperatura: Agudizan problemas respiratorios

Cambios bruscos de temperatura: Agudizan problemas respiratorios

Con los cambios bruscos de temperatura de estos días, los problemas respiratorios se vuelven más comunes. Se estima que seis de cada diez pacientes que consultan a este servicio, lo hacen por problemas de tipo respiratorio. 

Los cambios drásticos de temperatura hacen que los mecanismos de defensa del cuerpo caigan y las enfermedades se activen, porque las bacterias y virus, asociados a las vías respiratorias, se mueven en ambientes fríos y húmedos.

 Se recomienda ingerir alimentos ricos en vitamina C, evitar lugares de mucha aglomeración de personas, estar bien abrigado y evitar salir cuando sabemos que hay cambios drásticos de clima. Si va a salir, protéjase.

 El número de enfermedades que se hacen frecuentes en invierno es bastante amplio. Sin embargo, las más habituales son: el resfrío, la gripe o influenza, la faringitis, la bronquitis y la neumonía.

  1. Resfriado común Entre los síntomas clave del catarro se encuentran la congestión de nariz, las molestias en la faringe, los estornudos, los mocos y la irritación ocular. En ocasiones, también puede aparecer fiebre, pero de forma más leve que en la gripe. 
  2. Gripe, originada por el virus de la influenza. Esta infección vírica es la más común de otoño-invierno, por lo que se recomienda vacunar a las personas más vulnerables como medida preventiva. La gripe causa síntomas muy parecidos a los del resfriado y la Covid-19, como mocos y tos. 
  3. Covid-19, desarrollada por el coronavirus SARS-CoV-2. Se manifiesta a través de síntomas muy variados, que pueden dificultar su diagnóstico, como fiebre, tos, mucosidad, dolor de garganta, dolor muscular, pérdida del olfato y el gusto y diarrea, entre otros. 
  4. Bronquiolitis, debido al Virus Respiratorio Sincitial o VRS. Esta infección vírica produce una inflamación en las vías respiratorias inferiores y cursa con más gravedad en los menores de un año. En concreto, se identifica por su característica tos y los problemas respiratorios que ocasiona debido a la segregación de moco
  5. Laringitis. También es una de las infecciones respiratorias habituales en los meses de invierno, e incluso sus síntomas, como la tos seca, los problemas respiratorios y los ruidos al respirar, pueden ser similares a los de la bronquiolitis. Sin embargo, se diferencia en que afecta a la laringe, es decir, a las vías respiratorias altas, causando ahí su inflamación. 
  6. Bronquitis. Es una infección respiratoria generalmente de origen vírico, que causa problemas respiratorios, fiebre y broncoespasmo debido al estrechamiento de los bronquios. También se caracteriza por provocar tos bronquial, que se diferencia de la tos faríngea del catarro.
  7. Amigdalitis de origen vírico o bacteriano. Se trata de una infección de la garganta que puede producirse de manera repetida, llegando a recomendarse la extracción de las amígdalas en ciertos casos. La amigdalitis causa pus en las amígdalas y fiebre, entre otros síntomas. Dependiendo de su origen, se puede prescribir el uso de antibióticos.
  8. NeumoníaEsta infección del pulmón puede ser de origen bacteriano, vírico o fúngico, y provoca la acumulación de líquido y otras secreciones en el alveolo. Es importante poner especial precaución en las personas más vulnerables, como niños o personas con EPOC, la enfermedad obstructiva pulmonar.

Medidas para prevenir las infecciones respiratorias

  1. En la calle, abrígate bien. Eso sí, en el interior, no hace falta que te mantengas tan abrigado, puesto que esto podría hacerte sudar.
  2. No acudas con recién nacidos a lugares con grandes aglomeraciones, como centros comerciales, para prevenir contagios.
  3. Evita fumar cerca de los niños, así como exponerlos al humo del tabaco, ya que esto es muy perjudicial para ellos.
  4. Mantén una correcta higiene de manos usando agua y jabón o gel hidroalcohólico.
  5. Incorpora alimentos que contienen vitaminas A y C para ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. Estas vitaminas puedes ingerirlas a través de frutas, como naranjas, limones, limas y mandarinas, y de verduras de hoja verde oscura.
  6. Recuerda ventilar las habitaciones cada día para que el aire se renueve.

Bebe suficiente agua y líquidos. Así las fosas nasales no se resecarán.